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28/04/2016

Beatriz Padín seugndo premio en el el proyecto europeo iSe

 Uno de los conceptos más importantes de la física es la energía. De hecho, el estudio de las distintas formas de energía y sus transformaciones ha dado lugar a uno de los principios fundamentales de la mecánica, el principio de conservación de la energía, que permite predecir y explicar un amplísimo rango de fenómenos en la naturaleza. En concreto, la energía mecánica -la energía que posee un objeto debido a su movimiento (energía cinética) o a su posición relativa (energía potencial)- es un concepto muy útil en la descripción del movimiento de los objetos. Pero más importante que poder enunciar qué son la energía cinética y potencial de un objeto es entender cómo éstas se transforman.

 El objetivo de esta lección es, pues, que los alumnos analicen, en una situación práctica, cómo cambian la energía cinética, potencial y mecánica de un objeto, y que finalmente descubran por sí mismos el principio de conservación de la energía mecánica en vez de asumirlo ciegamente. En lugar de utilizar modelos tradicionales de enseñanza y aprendizaje, en los que el profesor es el centro del proceso mientras el alumno no es más que un receptor pasivo de la información y el conocimiento, y teniendo en cuenta que el uso de las nuevas tecnologías en la enseñanza de las ciencias aporta pocos beneficios si su empleo no va acompañado de prácticas de enseñanza efectivas, hemos juntado el uso de las TIC con el aprendizaje basado en la indagación para introducir a los alumnos en el concepto de energía mecánica y su conservación.
 Utilizando un enfoque basado en la indagación los estudiantes, estimulados por su curiosidad, descubren por sí mismos las soluciones a los retos planteados y se sienten motivados, independientes y responsables de su propio aprendizaje. Al finalizar el proceso de indagación los alumnos, siempre guiados por la orientación y el apoyo de su profesor, habrán conseguido entender los conceptos científicos que subyacen tras los fenómenos estudiados. También hemos contextualizado el contenido didáctico en una situación de la vida real -una bola de demolición que derriba un edificio-, enfatizando así la relevancia y aplicabilidad en el mundo real de lo que se aprende en el colegio.