Dolores Ramos y Manuel Peleteiro
El que hoy conocemos como Colegio Manuel Peleteiro comienza a forjarse la finales de los años cuarenta gracias al apoyo de una serie de familias santiaguesas preocupadas por la educación que sus hijos recibían en aquella época. Estos padres habían contratado a Xesús Pereira, un maestro inmensamente preocupado por la docencia, para que dirigiese la llamada Preceptoría San José, un centro en el que se impartía lo equivalente a nuestra Educación Primaria actual: Primera Enseñanza y Preparatoria de Ingreso.
Manuel Peleteiro era un maestro, licenciado en Ciencias Químicas y Farmacia, que no llegaba a los treinta años de edad pero que mostraba grandes dotes para la docencia. Así lo demostraba cada día en un laboratorio sito en la plaza de Cervantes, en el que ayudaba a los estudiantes universitarios compostelanos con sus trabajos.
Fue por el talento académico y profesional de Don Manuel que los promotores de la dicha Preceptoría le sugirieron que se hiciese cargo de la dirección de un centro de enseñanza secundaria, que se integraría con la Preceptoría San José.
De esta manera nacería la Academia Minerva, reconocida como colegio por el Ministerio de Educación Nacional en el año 1951. En cuestión de cinco años, el colegio fundado por el joven Manuel Peleteiro, con el respaldo laboral y personal de su mujer Dolores Ramos, era ya toda una institución de importante prestigio local e incluso regional. Desde entonces pasaron ya cincuenta años.
Desde el principio, el proyecto educativo planteado por el joven director estuvo bien claro tanto en su mente como en la práctica. Un prestigioso equipo de profesores avalaba el éxito con su esfuerzo y con su apoyo a la dirección. Entre ellos, nombres como Benito Varela Jácome, Francisco Río Barja, Rodríguez, Carlos Criado, o Emilio Dopico, Virgilio Moure y Laureano Otero, que dedicaron prácticamente su vida al colegio. En equipo, el Colegio Minerva perseguía la formación integral del alumno con el fin último de formar personas que supiesen salir adelante en la vida por sus propios medios. Manuel Peleteiro quiso educar a las futuras generaciones de gallegos para elevar el estatus cultural de su país, porque confiaba en las posibilidades de Galicia y de sus gentes. Educaba por el compromiso que sentía con sus alumnos, y porque veía en la educación un medio para su desarrollo cómo personas.
Desde la fundación del Colegio en el año 1951 el incremento en el número de demandas se mostró vertiginoso. De los cuarenta alumnos matriculados en este año, se pasó a los cuatrocientos del curso 55-56. Fue el principio de una constante que se prolongaría incluso en nuestros días.
La insuficiencia de las infraestructuras del local de General Pardiñas se hacía patente año a año. El urgente traslado se efectúa en octubre del año 1957, en el que se impartiría el primer curso en el actual edificio de la República Argentina. El joven edificio tenía capacidad para 800 alumnos, 150 de ellos internos. El Minerva era ya una institución de prestigio y referencia obligada en el mundo de la educación.
El éxito del centro continuó hasta 1965. Las actividades complementarias de formación cultural del alumno que se venían desarrollando desde los primeros años se asientan en esta etapa: Masa Coral, Escolanía Infantil, grupos de Teatro, aula de pintura, conferencias impartidas para y por los alumnos, proyecciones de documentales científicos solicitados a las embajadas, excursiones y visitas didácticas, actividades deportivas.
La revista "Vamos" es testigo de esta intensa vida colegial. Además sus páginas recogen artículos de Ramón Piñeiro, Alonso Montero, Benito Varela Jácome, Francisco Río Barja...; poemas inéditos de Manuel María; el homenaje de los alumnos a D. Ramón Cabanillas días después de su muerte en noviembre de 1959...
Se revelaba entonces como un colegio privado de marcado espíritu progresista.
Se dio también un importante impulso a las excursiones de final de curso: en el 58 tiene lugar a primera salida al extranjero (exceptuando Portugal), se visita la Exposición Universal en Bruselas. En los siguientes años, en tiendas de campaña, París, Roma, el muro de Berlín, Lisboa, Londres...
En estos años son protagonistas fundamentales de la docencia y de la vida del colegio profesores como Emilio Dopico, Virxilio Moure, Santiago Besada, Laureano Otero, Avelino Abuín, Eduardo Varela Pol, Ligia Mejuto, Albino Cobo, Constantino Arnoso, Carmen Gozalo, Juan y Genaro Cebrián... y maestros como Maquica García Pereira, Juan Tobío, Domingo Codesido, Marisa Jiménez, Mª. Teresa Mato, Ramón Valladares..., que dejaron un profundo recuerdo docente y humano en los que fueron sus alumnos.
Como colofón, en este periodo nace otro de los eventos que institucionalizarían definitivamente al colegio. En 1963 se crean los Juegos Florales, para alumnos de Enseñanza Media de Galicia, antecesores de los actuales Premios Literarios Minerva, que surgen por iniciativa del alumnado, que quiere dar salida a su expresión literaria en gallego, y con el impulso del profesor Avelino Abuín de Tembra. Desde las primeras ediciones se destacó por la relevancia literaria de sus participantes, tanto en el papel de mantenedores o jurado (Álvaro Cunqueiro inaugura una nómina en la que también figuran Carballo Calero, Modesto Rodríguez Figueiredo...), como por los concursantes. Ya en estos primeros años consiguen premios Lois Diéguez, Fernando Ónega, o Ánxeles Penas. En las sucesivas ediciones al largo de su historia lo harían Darío Xohán Cabana, Xesús Rábade, Ángel A. Rey Ballesteros, Manuel Guede, Suso de Toro, Xavier Queipo, Xosé A. Neira Cruz, Rafa Villar, entre otros.
Pero el año 1965 resultó nefasto en la historia del colegio, con la muerte temprana de su fundador, Manuel Peleteiro Yrago. Todos los sectores de la ciudad se hicieron eco de un dolor que llevaría, quizás contra todo pronóstico, a sacar adelante a lo mejor con más ahínco el sueño de un hombre, ante todo educador, que había muerto a medio camino de su historia, a los cuarenta y cinco años de edad.
A la muerte de don Manuel, su mujer, Dolores Ramos se hizo cargo de la dirección del colegio y de todos los sus proyectos.
Se creó el "Curso Monográfico Manuel Peleteiro", que a partir de entonces profundizó cada año en distintos aspectos del país y de sus problemas. Se mostraba esta la manera más eficaz de asociar permanentemente la figura de Peleteiro a la preocupación y sentimiento por Galicia. El objetivo del curso era, en definitiva, llevar al ánimo de los estudiantes de enseñanza media el sentimiento del idioma y enseñarles a pensar que estaba en su mano resolver los problemas que se le presentaban a Galicia. En los distintos cursos participaron figuras como Otero Pedraio, Martínez Risco, López Nogueira, Manuel María, Xosé Manuel Beiras, Franco Grande...
Además, el Colegio dejó de llamarse Minerva para dar paso a una joven etapa de homenaje a su fundador: en el curso 67-68 nace el Colegio Manuel Peleteiro.
El impulso de la nueva directora, continuando las directrices marcadas por su marido en la labor educativa, hizo que el colegio no sólo mantuviese su elevada posición, sino que continuase su crecimiento.
Acompañan a la directora, poniendo toda la ilusión y esfuerzo en esta tarea, junto a su mano derecha el subdirector Manuel Paz, los profesores que ya habían sido pilares básicos de las primeras épocas, a los que se añaden otros de entrañable recuerdo: Atilano Pereira, Manuel Pose, Ramón Fieros, Teodosio Diez, Manuel Ramos, Manuel Quintáns, Celso López Octavio, Javier Bescansa...
En el año 1968 el trabajo educativo del colegio se ve complementado por la adquisición de nuevos terrenos, en los que hoy se ubica el complejo deportivo de Montouto. Peleteiro tiene desde entonces dos sedes de enseñanza: la académica, situada en el que ya es pleno centro del ensanche compostelano; y la deportiva, que se entiende como complemento imprescindible de la formación del alumno.
Los años 70 se definen por ser una década de gran preocupación pedagógica en la historia del centro debido a la implantación de la Ley General de Educación, que instaura la EGB, BUP y COU.
Tal preocupación, paralela a la que hoy se vive con la implantación de la LOGSE, se vio reflejada en toda la actividad colegial. Se procuró que los profesores ejerciesen su función educativa dentro y fuera de las aulas. ES el momento de la implantación de las tutorías, de la formación plena de los seminarios docentes, de asistencia a numerosos cursos de formación.
La reglamentación por cursos de la EGB supone también la incorporación de muchos jóvenes maestros, que hoy son ya parte muy importante de nuestra "pequeña" historia: José Noya, Carmen López, Manuel Regueira, Machús Díaz, José Ares, Marisa Romar, Trinidad Fernández, Elena Pazo, Rosario Jerez, Rosa Reinoso, José Luis Vázquez...
Mientras todo esto ocurría, bajo el control de Manuel Paz (que se hizo cargo de la dirección del colegio durante estos años a causa de los problemas de salud de Doña Dolores), a la lista de actividades complementarias a las académicas se le seguían añadiendo otras jóvenes: se funda la Tuna Minerva y en el 1973 el Clube de Baloncesto Manuel Peleteiro (que hoy tiene 700 alumnos federados en distintas modalidades deportivas, y una importante lista de éxitos conseguidos: el equipo senior de baloncesto se proclamaría en el 83 campeón de España de 2ª División, y jugará varias temporadas en la liga EBA). Además, en los 70 nacen también el grupo de folclore gallego Xente Nova (baile gallego y gaitas), y el aula de fotografía, y se institucionalizan las actividades lúdico-didácticas de los sábados (pintura, modelado, deportes, teatro, cine...).
Por otra parte, coordinados por D. Ramón Fieros, comienzan a realizarse cursos de verano en Inglaterra, un programa gracias al cual el colegio se muestra como uno de los pioneros en España en el impulso a la enseñanza de idiomas.
El cambio de la sociedad española que se hace patente a partir del año 1975 se deja ver en el talante del colegio. Los años 80 se muestran como la prueba máxima de la adaptación al cambio.
Asimilado ya perfectamente al joven sistema educativo de la EGB, BUP y COU, de manera paulatina se va incorporando el alumnado femenino en los distintos cursos (el 1981 sería el año de entrada de la primera promoción mixta que se formó íntegramente en el centro).
Se constituye en el 83 el primer curso bilingüe para los más pequeños, prueba del valor que se le da al estudio de idiomas extranjeros, en especial, como lo demuestra el caso, del inglés. Prolongación de esta idea serían los cursos de verano de inglés promovidos a partir de entonces en el propio centro. Hoy la importancia concedida a los idiomas derivó en la enseñanza de otras lenguas igualmente imprescindibles en esta joven vida europea: el alemán y el francés. Justo en esta línea se organizan cada año intercambios escolares con el país vecino, Francia, y desde este año 2001, también a Alemania.
La asociación de padres participa plenamente en la promoción de eventos y la revista Vamos se impregna de reportajes de estricta actualidad, opinión, memoria de las múltiples actividades escolares y entrevistas a las personalidades más relevantes de la sociedad gallega.
La labor directiva de Doña Dolores Ramos, basado en la dedicación y el cariño a los alumnos, en una concepción humanística de la educación en su sentido más ético, se ve recompensada por una respuesta permanentemente positiva en padres y alumnos y por la concesión en 1979 del Lazo de Alfonso X el Sabio, distinción otorgada por S.M. el Rey D. Juan Carlos.
Esta mitad de la dirección más entrañable del centro muere en el año 1988, dejando como herencia un inmenso espíritu de sensibilidad, entrega y rectitud.
Bajo la dirección de los hijos los objetivos educativos se mantienen en la línea anterior, a lo mejor con matices más profesionales que sentimentales. Esta última etapa se presenta como continuadora de una formación intelectual seria y completa, con el ansia de forjar hábitos y actitudes de respeto, convivencia y esfuerzo en la personalidad de los alumnos.
Quizás la nota característica de esta última etapa aún vigente del colegio Peleteiro estribe en la modernidad. Así lo mostró la evolución del centro, que estrenó etapa con la inauguración del pabellón polideportivo de Montouto, en el 1989, equipado para dar respuesta la todas las necesidades deportivas de los que ya son cerca de 2000 alumnos. Instalaciones, actividades y equipamiento se ven impregnados de un afán de superación que en ningún caso abandona el proyecto educativo básico imbuido por el fundador cuarenta años antes.
Igual reto supuso la construcción del Centro Dolores Ramos, de educación infantil, inaugurado en el 1993. Se ubica en la calle Santiago León de Caracas con una nota principal: la innovación en sus interiores. El mundo en pequeño, perfectamente equipado con las más modernas instalaciones y medios, se hace realidad para educar a los más pequeños alumnos del centro.
La joven década avanza conforme al impulso de un joven reto: el fomento total de las actividades de extensión cultural. Un bueno número de conferencias, conciertos, salidas didácticas y actividades complementarias con la filosofía de abrir posibilidades culturales que den respuesta a las inquietudes de los alumnos, o incluso les ayuden a vislumbrar su futuro profesional. Abrirse a las inquietudes culturales y abrirles caminos ante la vida a los jóvenes.
Conferencias y jornadas buscan la cobertura de todo un abanico cultural. Al colegio se acercarán personalidades de todos los ámbitos. La primera, recién estrenada la década, Miguel Delibes. Literariamente le seguirán Torrente Ballester, en el 94, y más tarde Neira Vilas en el 98, Martín Garzo, Anisia Miranda o Fernández Paz.
La geografía y la historia, cine, periodismo televisivo y de prensa, meteorología, deportes, filosofía, antropología... sirven como muestra de la variedad de un aspecto educativo que culmina con la visita en el 99 del ex-presidente del gobierno Leopoldo Calvo Sotelo, y la periodista y escritora Victoria Prego, como parte de unas jornadas sobre la Transición Española.
Se entiende que es importante dar respuesta a las nuevas necesidades y características de la juventud, y las actividades dirigidas a los jóvenes son también consecuencia de esta idea (sus problemas de la adolescencia, de inserción en la sociedad, dificultades de comunicación en la familia, etc.).
La música se cuidará en la sensibilidad de los alumnos con la visita de agrupaciones relacionadas con todos los estilos: desde formaciones clásicas hasta Jazz, Combo, etc. Hay un tiempo de conciertos paralelo al tiempo de conferencias.
Las salidas didácticas disfrutarán de una atención especial, ya desde la Educación Infantil, con la intención de poner a niños y jóvenes en relación con su medio.
Se hacen habituales en esta época todo tipo de proyectos: peregrinaciones en los años santos de las que participa la totalidad del centro, reencuentros entre promociones de alumnos que comienzan a cumplir sus bodas de plata, excursiones al extranjero para los estudiantes de COU, intercambios culturales con estudiantes de otros países, viajes de estudio en verano, Campus de Baloncesto para menores de toda Galicia, etc.
Como complemento, toda la labor educativa se verá complementada por una lista de más de veinte actividades extraescolares donde escoger.
Intercambios escolares con Francia y Alemania, Semana y ciclos de charlas de Orientación Universitaria y Profesional, preparación para la obtención de los diplomas de la Universidad de Cambridge, certamen literario decano en Galicia, importantes ciclos de conciertos didácticos, la Asociación Deportiva Manuel Peleteiro, la revista Vamos fundada en el 1948, la Escuela autorizada de Música (conservatorio de grado elemental), como variada muestra, dejan ver lo que es el colegio Manuel Peleteiro hoy en día.
Desde los primeros Premios Extraordinarios de Bachillerato obtenidos en los años 1951 y 1952 por el fallecido magistrado Daniel García Ramos y por el penalista Gonzalo Rodríguez Mourullo, más de setenta alumnos alcanzaron este galardón al largo de estos 50 años. Seis de ellos fueron Premios Nacionales.
Desde la fundación de la "Olimpiada Matemática", por la Real Sociedad Matemática Española, en 1964, 19 alumnos de este Centro obtuvieron premios en este certamen, y entre ellos cinco Medallas de Oro Nacionales.
En la "Olimpiada Química" promovida por el Colegio Oficial de Químicos en 1980, 26 alumnos fueron galardonados.
En la "Olimpiada de Física", que organizan las Facultades de Ciencias Físicas de todas las universidades españolas, desde 1991 todos los Primeros Premios de la Universidad de Santiago fueron conseguidos por nuestros alumnos.
En estos certámenes científicos, alumnos del Colegio Peleteiro llevaron el nombre de Santiago y Galicia a competiciones internacionales en Toronto y Santiago de Chile (Paréis Galán); Seúl y Caracas (Carlos Gómez Rodríguez) o Bucarest y La Habana (Javier Mújica de Rivera). Toda esta historia de ilusiones, esfuerzos y realidades hacen ver lo que fue y lo que es el Colegio M. Peleteiro.