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VAMOS [ 47 ] NUESTROS RELATOS Imagínate a punto de entrar en la cama. Estás cansado de todo el día y ves ahí la cama, blandita y mullida. Te pones el pi- jama apresuradamente y te tiras en ella. Nada más hacerlo te sientes seguro, a sal- vo, como un niño en los brazos de sumadre. Caes en el sueño lentamente, mientras te sientes poco a pocomás pesado. Esa noche tienes el mejor sueño de tu vida. Te despier- tas cuando los rayos del sol rozan tu cara, con ese agradable calor en la mejilla. Abres los ojos lentamente, acostumbrándote a la luz que llena la habitación. Te desperezas en la cama, todavía medio dormido. Cuan- do por fin ves bien giras la cabeza. Hay un tío en tu ventana y no sabes cómo entró ahí. La situación más romántica del mundo, ¿verdad que sí? Por no mencionar que es un delito por el que pueden caer de 6 me- ses a 2 años. Pues resulta que este es uno de los comportamientos que las series, pe- lículas y libros de romance adolescente ha- cen parecer unamuestra de amor. Si nome crees, no pasa nada, solo tienes que mirar dos segundos de una película de romance adolescente y ya tendrás tantas banderas rojas como para hacer toda una colección de Rojo Valentino. Para hablar mejor de este tema voy a centrarme en la película After , el Ciudadano Kane de nuestra gene- ración y, según mi opinión, una de las peo- res películas que he visto (por el contenido, porque la actuación no es tan horrorosa). La historia comienza con una chica que lee libros y es muy guapa pero nadie se da cuenta (que raro, no se ha visto nunca an- tes). Por supuesto se enamora locamente de un chico al que conoce de dos sema- nas, más o menos, llamado Hardin, que es el prototípico de chico malo. Ahora que ya se tienen a los dos protagonistas más cli- chés de la historia sólo hay que añadir pro- blemas, porque ¿qué sería de una película romántica sin problemas de pareja? Aquí es cuando comienza a mostrarse la hermosísima personalidad de Hardin: ob- seso del control que debe de saber dón- de está su novia en cada minuto y tenerla pegada a él, manipulador que juega con la mente de Tessa para hacerla sentirse mal por salir de una relación tóxica, no desea el éxito de ella porque supone que se aleje de él, la obliga a mantener relaciones sexuales aunque ella no quiera, alcóholico… Lo que se llama una joyita . Solo hablé brevemente de After , aunque hay mucho más que decir y novelas peo- res. El primer ejemplo que se me ocurre es Heist , una novela en la que la autora debió de querer plasmar la hibristofilia, porque es una colección de comportamientos psi- cóticos que ni siquiera puedo escribir por miedo a que lo lean niños pequeños. En otras palabras, se va a Chernóbil y se coge un buen puñado de aire por los pulmones y hay menos toxicidad que en ese libro. El tono de este artículo ha sidomás ome- nos cómico, pero debo ponerme seria. En mi más sincera opinión esta moda de con- vertir comportamientos dañinos en román- ticos es un claro error que va a llevar a una cantidad increíble de personas que en un futuro estarán atrapadas en relaciones tóxi- cas y van a pensar que esos comportamien- tos son normales cuando no lo son. Hay que enseñar a los adolescentes lo que es una re- lación sana y que en cuanto se ve una ban- dera roja hay que salir corriendo porque, aunque en libros como After sale bien, las relaciones con personas drogadictas o alco- hólicas que tienen episodios de violencia o que tienen que controlar todo el tiempo a su pareja no suelen acabar bien. Carlota Ocáriz 3º ESO Amor en tiempos de Chernóbil

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