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VAMOS [ 49 ] NUESTROS RELATOS ‘NerdOut!’ es un grupo musi- cal fundado por Jack Taylor, cu- yos otros dos integrantes son Ben Schuller y Anthony "Nem" Mitchell. Jack Taylor, como ya dije, es el padre del grupo; propieta- rio, fundador y empresario por derecho propio. Comenzando en línea como The8thHawk en 2012, Jack produjo contenido de juegos y se diversificó en Music and Parody's, que luego se con- virtió en NerdOut Music. Ben Schuller es cantante y productor de Nashville. Ben constituye 1/3 del trío y ha sido responsable de cantar muchas pistas de NerdOut desde que se unió en 2015. Ben también se ha diversificado en más trabajo en solitario con el último álbum: The New Roaring 20s, una colec- ción de pensamientos con mú- sica. Anthony Mitchell, mejor cono- cido en línea como Nem, es 1/3 del trío NerdOut y agrega su es- tilo único de rapear a las pistas que hace el grupo. Nem tam- bién es poseedor del récord mundial Guinness al haber visto Nerdout! Roque Cascudo 4º ESO Infinity War 103 veces. El rape- ro y fanático de Marvel también tiene su propio canal de YouTu- be donde reacciona a los me- mes de Internet y los vídeos de TikTok. NerdOut! se lanzó el 4 de noviembre de 2015 y ha crecido hasta acumular un número considerable de seguidores devotos en varias plataformas. En particular, NerdOut tiene aproximadamente 80 000 se- guidores en Twitter e Instagram, 850 000 oyentes mensuales en Spotify y más de 3 millones de suscriptores en YouTube en todo el mundo. El trío NerdOut explo- tó en YouTube al fusionar rock y rap para crear canciones sobre videojuegos, películas de histo- rietas y otros temas ‘nerds’. Has- ta la fecha, han publicado 144 canciones (la cifra va aumentan- do). Sin embargo, también prueban a hacer cosas distintas como en el caso de: “The Traveller”, “Team”, “Diving in Too Deep”, “Ice in my Veins”, “Good Night”, “Run and Hide”... Las mejores canciones de este grupo bajo mi punto de vis- ta son, además de las ya men- cionadas: “Wellcome to the Web”, “Who’s Laughing Now?”, “One by one”, “Rainbows in the Dark”, “My city now”, “Kiss the Rings”, “Fire and Ice”, “Kings”, “Wolves and Winters”, “Around we go”, “Viva la Revolución”, “Destiny Arrives”, “All For One”, “Cold-Blooded”, “Deathmatch”, “Vampire Living”, “Coming for you”, “Don’t Try”, “Am I Strong Enough?”, “Fatality”, “Test your Might”, “Find the Way Home”, “Respect my throne”, “The Right Side”, “Victorious”, “Rest in Pie- ces”, “This is the Way”, “Never Forget You”. Y por último, mi favorita: “Rage Inside”. tal y exclusivamente la persona- lidad de un artista o un famoso con su obra. En nuestra cabeza no parece que exista la posibili- dad de que alguien sea un genio en lo suyo y una persona deplo- rable. También, las fronteras de lo aceptable y lo tachable son cada vez más constringentes, como una boa hambrienta que estru- ja a un ratoncillo de las praderas. Las personas no son perfectas, los hay con pequeños y grandes defectos. Hay gente buena. Hay gente mala. Hay gente que sim- plemente es. Aunque en casos extremos el límite del bien y el mal parezca tan claro, en cuan- to nos movemos a la realidad se difumina. Vivimos en un arcoí- ris moral, no existe el mundo en blanco y negro que nos pintan en los cuentos infantiles. A medida que crecemos nos volvemos más conscientes de esto, que nos confunde y nos da miedo. ¿A quién seguir en este mundo de sombras ocultas? ¿Quién será intachable? ¿Quién será terrorífico? ¿Acaso hay una respuesta co- rrecta, un algoritmo mágico que nos diga quienes son santos y quienes demonios? Es imposible saber la verdad absoluta sobre la gente. Si hay veces que ni sa- bemos la verdad absoluta sobre nosotros mismos. Solo se pue- de ir probando y equivocándose, que, aunque ahora lo parezca no es un pecado. Hay que caminar por el mundo siguiendo las lu- ces y las puertas que se abran y si, por casualidad, alguna de ellas se cierra o se apaga se busca una nueva por la que ir. En este mundo de luces y som- bras, navegamos suavemente en una pequeña barca, a donde nos lleve el mar. A veces, este mar es tumultuoso; a veces es tranqui- lo. La travesía sigue, sin impor- tar las tormentas que cruce o los instantes de claro sol. Lo más im- portante es el viaje, y saber virar a tiempo, para que no nos suma- mos en las profundas tinieblas que acechan.

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