Vamos 244

52 una reputación como la de John Cage. Por mucho que dentro del colegio son aparentemente iguales cuando pisan los primeros adoquines fuera del edificio escolar se encuentran con un mundo de imposiciones que, poco a poco, las van moldeando y van pervirtiendo sus capacidades, suprimiendo aquellas partes que se consideran poco convencionales. La imagen actual corresponde, en cierto modo, a esa idea de la mujer burguesa del siglo XIX que se dedicaba a tocar música y escribir poemas que eran juzgados igual que los bonitos trucos que hace un perrito, sin otorgarles el reconocimiento que merece su trabajo y esfuerzo. Para labrarse una reputación es necesario tragar mucho más. Se obliga a adolescentes, a niñas, a aguantar comentarios irrespetuosos sobre sus cuerpos y sus personas porque “los chicos son así y no puedes hacer nada”. En cuanto alzan la voz por algo que les apasiona, E n el año 1952 el compositor John Cage presenta la pieza 4’33’’. Es una pieza única, ya que en sus tres movimientos pueden participar todos los instrumentos que se quiera; su único papel es mantenerse en silencio durante cuatro minutos y treinta y tres segundos. La innovación de esta composición es clara, se trata de una obra de música aleatoria que revoluciona las preconcepciones de la música. Durante el siglo XX surgen con fuerza los movimientos vanguardistas en todas las expresiones artísticas, movimientos que crean una nueva forma de hacer arte. Movimientos en los que, aparte de su brillantez artística, también destaca otra característica: el reducido número de mujeres que tiene un papel protagonista en ellos. Resulta muy difícil de creer que ninguna mujer realizara una obra de iguales dimensiones que las de sus contrapartes masculinas y, por lo tanto, que fuera merecedora de un igual mérito; en cambio, sus nombres no plagan los libros de historia del arte como genias creadoras. La verdad es que la mujer no se puede permitir ese lujo de ser realmente innovadora y revolucionaria. Llámenlo misoginia o patriarcado, pero la realidad es que si una mujer se atreviera a hacer algo como 4’ 33’’ sería tachada de loca y nunca llegaría a labrarse NUESTROS RELATOS 11 4’ 33’’ CARLOTA OCÁRIZ 1º BACHILLERATO Aunque en la actualidad se cría a las mujeres para que se les permita tener la misma creatividad que los hombres, cuando esa creatividad sale de las aulas de la escuela es pronto aplastada por la realidad.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTQwOQ==