Vamos 245

VAMOS [ 13 ] NOTICIAS La primera sesión de trabajo con familias den- tro del Plan de Bienestar Digital llevó por título Cerebro y pantallas: palabra de pediatra corrió a cargo de María Salmerón, responsable del Plan Digital Familiar de la Asociación Española de Pe- diatría. La doctora María Salmerón aportó ideas y emociones de enorme valor, suponiendo para to- dos los padres y madres presentes un tiempo de necesaria reflexión, sin miedos y sin culpas pero con responsabilidad y compromiso. Comparti- mos con todas las familias del Colegio los prin- cipales puntos con los que debemos quedarnos: 1. El uso cada vez más temprano, frecuente e intensivo de las pantallas en la infancia y la ado- lescencia constituye un serio PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA , con efectos sobre la salud, constatados por la evidencia científica y paten- tes también cada día en la consulta pediátrica. 2. Un exceso de pantallas afecta de manera especial a la CALIDAD DE VIDA de niñas y ni- ñas . La exposición temprana a las pantallas pue- de tener consecuencias sobre el metabolismo del sueño alterando los ritmos biológicos y tam- bién da lugar a problemas visuales cada vez más frecuentes (miopía, estrabismo…), e incluso a ni- vel de neurodesarrollo , provocando retrasos en el desarrollo del lenguaje, el desarrollo psicomo- tor, mayores tasas de obesidad y de sobrepeso... La evidencia ha demostrado también su rela- ción con el TDAH y los Trastornos del Espec- tro Autista , siendo especialmente necesaria una actitud prudente ante el uso de las pantallas en esos casos. 3. Las funciones ejecutivas (atención, memo- ria, procesamiento de información…) pueden verse mermadas también por un uso excesivo de pantallas, traduciéndose en un peor rendi- miento a nivel cognitivo y de aprendizaje. La evi- dencia disponible sugiere que busquemos un uso más equilibrado de la tecnología también a este nivel. 4. La adolescencia es un período vital especial- mente crítico, en la que el cerebro no ha comple- tado aún su formación. El uso de las pantallas en la adolescencia tiene especial incidencia a ni- vel emocional y control de impulsos , por lo que una mala gestión de los dispositivos digitales suele asociarse a más conflictos familiares y más trastornos de conducta. Debemos ser los proge- nitores los que gestionemos adecuadamente ese uso, estableciendo normas y límites y una buena higiene digital desde la infancia. 5. El uso de pantallas suele asociarse a mayo- res niveles de soledad para niños/as, carencias a nivel de vínculos emocionales y mayor vul- nerabilidad en términos de salud mental , algo que “penaliza” especialmente en la adolescencia. Reflexionar de manera crítica sobre el papel que los dispositivos digitales pueden estar ocupando en el día a día de nuestros hijos, constituye una magnífica oportunidad para darnos cuenta de lo necesario y rentable a todos los niveles que es de- dicarles el tiempo y la atención que necesitan. 6. Apostar por una buena higiene digital en el hogar pasa también por revisar lo que hacemos nosotros mismos, madres y padres, que debemos ser un buen ejemplo día a día. Que nuestros hijos vean que hacemos unmal uso de las pantallas (en las comidas, en el dormitorio, en el baño…) no solo supone un ejemplo nocivo a imitar (niñas y niños aprenden por modelado), sino que nos quita toda autoridad para intentar corregir sus conductas. El uso de las pantallas suele dañar también la comu- nicación, limitando seriamente los espacios de convivencia entre padres e hijos. Debemos limitar nuestro propio uso de las pantallas en el ámbito familiar, ya que podemos dar un mensaje peligro- so a nuestros hijos, dándoles a entender que no nos interesa lo que nos dicen o que tenemos co- sas más importantes en las que pensar. Este tipo de hábitos suele estar en la base de problemas emocionales y de desapego o incluso de trastor- nos de conducta. 7. La llegada del móvil a la vida de un niño en España se produce por término medio a los 10-11 años. Retrasarla a los 13-14 años es capita l. Está demostrado que la presión social es “soportable” y los problemas se reducen a la mitad. Debemos ponernos todas las familias de acuerdo. 8. Desconexión digital consciente : desconec- tarnos para volvernos a conectar con lo real- mente importante . Más allá de las dificultades actuales que las familias tenemos de conciliación, el tiempo sin pantallas debe ser en sí mismo un objetivo a incluir en nuestra agenda diaria, una oportunidad para hacer cosas juntos, que nos ayude a construirnos como personas y como fa- milia. Merece la pena. María Salmerón: "Debemos apostar por una buena higiene digital en el hogar"

RkJQdWJsaXNoZXIy MTQwOQ==