Marta Arce, César Fernández y Gonzalo Rodríguez de 1º de Bachillerato
Recientemente, en la clase de Historia Contemporánea de 1º de Bachillerato, tuvimos la suerte de asistir a una charla impartida por Judith Lucachesky, nuestra profesora de Religión, sobre la historia de su familia que vivió el pogromo de Kishinev. Fue un brutal ataque antisemita ocurrido en el Imperio ruso en abril de 1903. Este episodio lleno de violencia y brutalidad nos ayuda a entender lo ocurrido con el pueblo judío durante nazismo y el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial, temas que hemos estudiado en este curso.
Las persecuciones contra el pueblo judío han marcado la historia contemporánea. Todo comenzó con los violentos pogromos del Imperio ruso, siendo especialmente destacado el de Kishinev en 1903, que dejó 49 muertos y cientos de heridos. Sin embargo, en el siglo XX, ocurrió un episodio aún más devastador: el Holocausto nazi en Alemania, entre 1933 y 1945. Este genocidio fue mucho más sistemático y acabó con la vida de seis millones de personas. Tanto los pogromos rusos como el Holocausto provocaron un éxodo masivo de supervivientes traumatizados hacia Israel, América y otros destinos en busca de refugio.
La profesora Judith nos contó cómo su familia vivía en la ciudad de Kishinev, en Besarabia, que hoy corresponde a Moldavia. Por parte de su padre, eran una familia judía que, como muchas otras, intentaba llevar una vida tranquila en medio de un clima social cada vez más tenso, marcado por el antisemitismo. En 1906, durante uno de los pogromos más violentos de la época, miembros de su familia, entre ellos su bisabuela y su tío abuelo, fueron gravemente golpeados.
Aquel ataque dejó una huella profunda en la familia de su bisabuelo. Juntos emigraron en busca de un lugar más seguro donde poder rehacer sus vidas; ese lugar fue Argentina. Se asentaron en 1908, en Villa Domínguez, pero en 1919 ocurrió el único pogromo en Buenos Aires, demostrando, una vez más, la dura lucha que enfrentaron los judíos.
Judith explicó que ese trágico suceso no solo dejó una marca imborrable en la memoria de su familia, sino que también ayudó a definir, en parte, su identidad y su compromiso por contar lo ocurrido, recordando todo lo que sufrieron los judíos en un tiempo y en un entorno tan inhumano.
Marta Arce, César Fernández y Gonzalo Rodríguez de 1o de Bachillerato
