¿Entendemos realmente el acoso escolar? Trabajando la prevención desde todos los ángulos.
Javier Pérez Aznar (coordinador del Programa TEI)
En la cuarta y última sesión con las familias se abordó uno de los temas que más preocupación suscitaba: el acoso es colar y el ciberacoso. Para ello pudimos contar con una de las personas de mayor experiencia en este campo en España, Javier Pérez, expresidente y fundador de la Asociación No al Acoso y actualmente coordinador del programa TEI (Tutorías entre Iguales). Además de ser un excelente comunicador y una persona con grandes valores humanos de la sesión con Javier…
NOS QUEDAMOS CON…
- Partiendo de la Historia Tina (la niña neandertal con síndrome de Down) Javier insistió en la idea de que las conductas de ayuda forman parte de la esencia del ser humano, son inherentes a éste, ya que suponen una ventaja evolutiva para la especie. Los niños, por tanto, no están programados para hacer daño a sus pares, sino para todo lo contario.
- Tenemos todavía un enorme desconocimiento de lo que es el acoso escolar y, como consecuencia, éste tiene lugar cada día delante de nosotros sin que nos demos cuenta. Hablar de acoso escolar es hablar de conductas que implican diferentes formas de maltrato entre iguales, que se dan de forma reiterada en el tiempo y que implican un daño o afectación para quienes las sufren. En los últimos años se ha convertido en una violencia globalizada y normalizada.
- El triángulo del acoso lo forman tres actores principales: las víctimas (20%), los agresores (5%) y los espectadores (75%). Sin público no hay acoso. El acoso es cosa de todos.
- La historia de Iñaki vs. la historia del Langui. La reacción del entorno, del grupo de iguales, puede cambiar una situación de discriminación o acoso, convirtiéndola un ejemplo de vida. Quitar el refuerzo social al agresor, revelarse, no reír ni aplaudir sus conductas es la premisa de partida. La gran mayoría de los programas de prevención modernos persiguen “cambiar las normas del grupo”. Nuestro posicionamiento como grupo resulta decisivo.
- El agresor es también una víctima. No debemos ir contra el agresor, sino contra sus conductas. Debemos incentivar y reforzar el cambio, las actitudes y conductas prosociales y trabajar adecuadamente la autoestima.
- La solución está en nuestra mano:
DEDO 1: AYUDA. Implicarnos, tomar partido. Acoger y apoyar a la víctima y, a continuación, actuar, tomar medidas. Debe iniciar cambios, de lo contrario nada cambiará.DEDO 2: EJEMPLO. La ejemplaridad es clave, en casa y en la escuela. Aprendemos por imitación, por modelado. Los niños son lo que ven. Somos ejemplo. Proporcionemos a nuestros hijos modelos saludables, modelos alternativos.
DEDO 3: CONCIENCIA. Es necesario crear una conciencia colectiva del acoso, sensibilizar a la sociedad y a nuestro entorno más inmediato: nuestro hogar, nuestra familia, nuestro grupo de amigos, nuestro colegio.
DEDO 4: COMUNIDAD. Debemos reforzar la cohesión del grupo, el apoyo social, crear comunidad y compromiso, para que los niños se sientan partícipes, seguros y protegidos.
DEDO 5: AUTOESTIMA. Uno de los pilares de la lucha contra el acoso escolar está en el trabajo emocional que debemos hacer con todos, víctimas, agresores y espectadores. Construir una buena autoestima es uno de los mejores antídotos frente al acoso.
El programa TEI parte de todas estas premisas y trabaja de forma simultánea los cinco aspectos, implicando desde el primer minuto a toda la comunidad.
Para finalizar, Javier propuso a las familias una sencilla tarea encaminada a promover la toma de conciencia y el cambio: (a) anotar en un papel 2 reflexiones/conclusiones que les había generado la sesión y (b) 2 compromisos o cambios que cada asistente estaba dispuesta a asumir. Las diferentes aportaciones se resumen en la siguiente tabla.
REFLEXIONES/CONCLUSIONES
COMPROMISOS/CAMBIOS
- El acoso escolar es una realidad que debemos tratar de erradicar, es complejo y difícil de detectar, pero está amparado en el silencio y la pasividad social
- Debo observar más y mejor, estar más atento. El acoso lo tenemos delante y no lo vemos. No debe pasarnos desapercibido
- Importancia de la comunidad, de la conciencia colectiva y del compromiso de todos
- Enseñar a no ser espectador pasivo, generar compromiso. Ayudar a nuestra hijas e hijos a ser valientes y tomar partido
- Importancia del entorno y del ejemplo: aprendemos por imitación, debemos ser buenos referentes. Para ello es importante que pasemos tiempo con nuestros hijos, tiempo de calidad, pero también cantidad
- Reforzar la educación en valores y las competencias humanas. Fomentar el respeto y la empatía
- El papel del espectador: el agresor necesita un público, debemos dejar de ser una parte pasiva del triángulo del acoso
- Trabajar la autoestima de forma adecuada es una excelente vacuna frente al acoso
- Importancia de la escucha activa para la detección del acoso, escuchar sin juzgar. Debemos re-aprender a observar: a ver las vacas y no las manchas
- Debo dedicar más tiempo a mis hijos y con atención plena: pasar tiempo de calidad, escuchar activamente, generar un diálogo seguro, con respeto y confianza, valorar sus ideas
- La víctima no es la culpable, puede ser cualquiera. Importancia de trabajar adecuadamente la autoestima desde edades tempranas, la educación emocional
- No negar el acoso, darle visibilidad, sin culpabilizar, ni mirar hacia otro lado
- No descuidar lo social, por primar lo académico. Fomentar la empatía, el compromiso y la educación en valores
- DAR EJEMPLO, ser referentes válidos para nuestras hijas e hijos. Recuperar nuestro protagonismo a la hora de EDUCAR
- Es necesario invertir en prevención: implementar programas eficaces en el centro educativo desde Primaria
- Implementar el programa TEI (Tutoría Entre Iguales) en el Colegio Manuel Peleteiro